Cuando un abogado gana un pleito con condena en costas, la victoria debería ser el final del camino. Sin embargo, la impugnación sistemática de honorarios por la parte condenada (a menudo una táctica dilatoria y abusiva y tipificada como falta deontológica) abre un nuevo frente: la espera de un dictamen del Colegio de Abogados.
Este dictamen, aunque preceptivo, no es vinculante. Pero su retraso sí lo es: meses de demora que paralizan el justo cobro de los honorarios profesionales. Actualmente, la emisión de un dictamen por parte de los Colegio de la Abogacía es de 5 meses.
Este retraso no es solo un número. Es un perjuicio económico directo para un colegiado que cumple puntualmente con sus cuotas y que, además, debe sufragar el coste de este trámite. Nos obliga a plantear una pregunta incómoda pero necesaria: ¿están los Colegios de la Abogacía cumpliendo su función de amparo al colegiado o se han convertido en un obstáculo más en el ejercicio de la profesión?
La eficiencia de la Justicia también depende de la agilidad de sus instituciones auxiliares. Es hora de exigir respuestas y, sobre todo, soluciones.
Pablo Artiñano | Presidente
19/09/2025
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